top of page
Buscar
Foto del escritorFADU Resiste

REALIDAD PRESUPUESTARIA. José Luis David

Realidad presupuestaria CABA - AMBA.

“…puede pasar que los vecinos de La Matanza, Brown, de Lomas o Quilmes

ven que en la Capital hasta los helechos tienen luz y vuelven a sus barrios

preguntando porque en sus distritos no tienen eso.

Por eso hay que explicar estas desigualdades.”

Máximo Kirchner

En una rápida recorrida por la web nos encontramos con el siguiente detalle presupuestario del año 2018, de acuerdo a la aprobación de la legislatura de la ciudad autónoma y los concejos deliberantes de los treinta municipios que conforman los tres cordones del conurbano bonaerense:

Lo que nos decía Máximo, y que fácilmente podemos comprobar, causa pavor para cualquier hijo de buen vecino: si juntáramos en la misma bolsa TODOS los presupuestos de los TREINTA municipios del conurbano no conseguimos aproximarnos A LA MITAD del presupuesto de la CABA. Sin embargo todos estos presupuestos deben ser capaces de satisfacer las necesidades de casi cuatro veces su población y más de treinta veces su superficie.

Pero bien vale una aclaración que incrementa el despropósito, mientras que la CABA apenas crece en superficie (sólo lo puede materializar, y lo hace, ganándole tierras al río) y sostiene la misma población en los últimos 70 años, los municipios del conurbano, salvo contadas excepciones, crecen exponencialmente en superficie urbanizada y población, lo que implica un permanente corrimiento de fronteras urbanas y la necesidad de extender nuevas infraestructuras de saneamiento, desagües pluviales, redes de servicios de electricidad y gas y de circulación vehicular y peatonal.

Esta es la expresión más pura del país unitario, del centralismo porteño y la desigualdad de nuestra patria. La ciudad vive del trabajo de su conurbano y del resto del país por la radicación de las oficinas de casas matrices en su centro, apropiándose de buena parte del producto que debiera ser repartido entre todos.

El país es federal en la distribución de la pobreza, contaminación sojera, minera e industrial, pero poderosamente centralista en su usufructo.

Por lo tanto, resulta perverso escuchar a las autoridades de la CABA expresando que el resto de los municipios debería pagar por la atención de los habitantes del conurbano en escuelas y hospitales porteños. Rozan la enajenación y la desvergüenza!!!!

Históricamente la ciudad capital de nuestro país expulsó y desperdigó a sus hijos más pobres, a su clase trabajadora por todo el conurbano, por desalojos forzosos en dictaduras o por imposibilidad de radicación por ser extremadamente costosa en democracia, pretendiendo además desatenderlos en sus necesidades básicas.

Lo que debería hacer la ciudad, obligada por la Nación, es compensar el desequilibrio usando parte de su presupuesto en obras que permitan cierta justicia territorial, al menos dentro del AMBA.

Como decía el general Perón “no hay peor cosa que un bruto con inquietudes”. Y eso es el macrismo en la CABA. En un país con importantes falencias infraestructurales es inexplicable como una sola ciudad tenga el arbitrio de despilfarrar su presupuesto en payasadas absurdas como macetas, plazas para perros, recicladores de chicles, en un “a prueba y error” permanente de reconstrucciones de veredas, en cabinas anti estrés o falsas piletas y que el conurbano no pueda completar sus redes de agua y cloaca esenciales para abastecer a toda su población. Y tengan el atrevimiento de acusar a las administraciones municipales del conurbano de falta de eficiencia.

Así como generan una brutal transferencia desde el bolsillo de los trabajadores hacia sus propias cuentas que fugan a paraísos fiscales, de igual manera arrebatan el producto del trabajo de todos los argentinos a sostener un centralismo para pocos, tan ineficiente como inequitativo.

Mientras los economistas del ajuste silencian el permanente derroche de recursos del PRO en la ciudad, hoy endeudada como nunca y como nunca enajenando su patrimonio público, creemos que es absolutamente imprescindible trabajar en encontrar la forma de distribuir adecuadamente la renta que acapara la administración porteña, por adecuación de la coparticipación, por justo reparto de las cargas impositivas de las empresas con casas matrices en la CABA o por los medios que fueran, destruyendo la profunda desigualdad del país para unas pocas familias y su grupete de amigos.

Dividimos al país en dos categorías: una, la de los hombres que trabajan,

y la otra, la que vive de los hombres que trabajan.

Ante esta situación, nos hemos colocado abiertamente del lado de los que trabajan.

Juan Domingo Perón


464 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


bottom of page